sábado, 13 de febrero de 2010

Atención educativa



AT E N C I Ó N E D U C AT I VA A L O S

A L U M N O S Y A L U M N A S

C O N

D I S C A P A C I D A D M O T O R A





PAUTAS DE INTERVENCIÓN EDUCATIVA.
El alumnado con deficiencia motora presenta unas características comunes, aunque con
notables diferencias individuales en cuanto al grado de afectación, como son las
dificultades para la motricidad gruesa y fina, las limitaciones en el conocimiento del
medio que les rodea y en las posibilidades de actuación sobre el entorno y la
imposibilidad o dificultad para la comunicación oral. Estas características implican unas
necesidades educativas, que se pueden concretar en el
establecimiento de un contexto favorecedor de la autonomía,
el uso de sistemas aumentativos o alternativos para la
comunicación y la utilización de un conjunto de recursos
técnicos para facilitar el conocimiento del entorno y la
comunicación. Estas necesidades determinan la respuesta
educativa que debe ofrecérseles. Respuesta que debe
realizarse a nivel de centro, de ciclo o de aula y a nivel
individual.
En el ámbito del centro educativo deben adoptarse medidas en el Proyecto de Centro y
en el Proyecto Curricular de Etapa:
- Introducir principios para compensar dificultades y aceptar las diferencias
individuales.
- Introducir en el Proyecto Curricular las adaptaciones necesarias, priorizando la
comunicación y el acceso a las experiencias educativas con el conjunto del
alumnado.
Tanto a nivel de ciclo y aula como a nivel individual, es necesario planificar los recursos
personales (logopeda, fisioterapeuta, maestro o maestra de pedagogía terapéutica,
monitores), materiales espaciales y temporales.
En la programación de aula se deberán priorizar los objetivos y contenidos de
comunicación, así como en las unidades didácticas los contenidos procedimentales y
aquellos que favorezcan la interacción y la participación. Así mismo se deberán
seleccionar los instrumentos adecuados para la evaluación del alumnado.
Las adaptaciones curriculares para los alumnos y alumnas con deficiencia motora se
centrarán en aquellas áreas en las que este alumnado necesite ayuda pedagógica
específica para favorecer su desarrollo y aprendizaje.

ÁREAS DE ATENCIÓN PRIORITARIAS.
a) Área afectivo social y de autonomía personal.
Un objetivo primordial para este alumnado es el desarrollo de la autonomía personal.
En algunos de estos niños y niñas se observa cierta inmadurez afectivo emocional,
motivada en parte por la sobreprotección recibida de las personas que le rodean. Es
importante valorar cualquier logro alcanzado en su autonomía (vestido,
alimentación, desplazamiento, etc) por pequeño que sea. Los padres y madres
encargados de su educación, deben alentar sus esfuerzos. Para enseñarles
cualquier habilidad, hay que encontrar el punto justo entre no hacer por el niño lo
que él pueda hacer por sí mismo y no imponerle una tarea tan difícil que le sea
imposible realizar o le requiera tanto tiempo que pierda el interés por ella.
b) Área de psicomotricidad y fisioterapia.
Las actividades de esta área deben integrarse en un programa de intervención
integral. Se trabajará entre otros aspectos, el control postural, el reconocimiento de
la propia imagen corporal, la estructuración espacio-temporal, etc.
La fisioterapia irá encaminada a prevenir malformaciones y contracturas e inhibir el
tono muscular anormal, así como a mantener o aumentar la funcionalidad de las
capacidades motrices que el alumno o la alumna posea.
c) Área de comunicación y lenguaje.
El alumnado con un trastorno motor puede presentar
diversas dificultades en la comunicación y el lenguaje, pero
lo que mayoritariamente llama la atención es la dificultad o
imposibilidad de usar el habla. En este ámbito los criterios
para la elaboración de las adaptaciones serán diferentes
según la siguiente casuística: cuando los problemas motores
interfieren la inteligibilidad del habla o en el acceso a la
lectura y la escritura, se establecerán procedimientos de rehabilitación del habla
con o sin soportes de sistemas signados de apoyo.
En el caso que existan trastornos específicos del lenguaje, y no solamente del acto
motor del habla, que afecten tanto a la expresión como a la comprensión del
lenguaje se requerirán programas dirigidos a crear y potenciar las bases de la
interacción. Por otra parte para los alumnos y alumnas que no puedan usar el habla
será imprescindible organizar el uso de sistemas aumentativos o alternativos de
comunicación. En este caso los objetivos y contenidos tanto los referidos a los
alumnos y alumnas como los referidos a los interlocutores, tendrán que adaptarse
a las caracterícticas de los medios de comunicación que se dispongan: tableros de
comunicación, ordenadores, etc.
En cuanto al aprendizaje y uso de la comunicación escrita, siempre
que sea posible, es recomendable facilitar precozmente a los
alumnos y alumnas el acceso a la lectura y la escritura.
d) Los sistemas de comunicación aumentativos y alternativos.
Son todos aquellos recursos que permiten la expresión a través de
formas diferentes al habla. Algunos de los sistemas de
comunicación alternativa no requieren ninguna ayuda técnica
especial, por ejemplo los códigos gestuales no lingüísticos o la
lengua de signos. Sin embargo, las personas con afectaciones motoras, al tener
dificultades para producir gestos manuales, suelen requerir sistemas alternativos
“con ayuda”, es decir, con algún soporte físico o ayuda técnica que permita la
comunicación del sujeto.
Basil(1990) realiza una clasificación de sistemas organizados en cinco grandes
grupos.
1. Sistemas basados en elementos muy representativos, como objetos, miniaturas,
fotografías que el niño puede indicar con fines comunicativos.
2. Sistemas basados en dibujos lineales (pictogramas), fáciles de reproducir y de
utilizar con ayudas técnicas. Permiten un nivel de comunicación telegráfica y
concreta. Dentro de este grupo se encontraría el S.P.C.
3. Sistemas que combinan símbolos pictográficos, ideográficos y arbitrarios,
permitiendo la creación de símbolos complejos a partir de los más simples sobre
bases lógico-conceptuales o fonéticas. El más característico es el sistema BLISS.
4. Sistemas basados en la ortografía tradicional.
5. Lenguajes codificados, entre los que destacan el Sistema Braille y el Código
Morse.
Las ayudas técnicas a su vez, pueden ser simples(como tableros de comunicación o
señalizadores mecánicos) o más complejas, aquellas que se basan en el empleo de
la tecnología microelectrónica. En función de la valoración efectuada se tomará la
decisión acerca del sistema de comunicación, forma de acceso y soporte o ayuda
técnica más adecuada en cada caso.




LA COLABORACIÓN
CON LA FAMILIA.

Los padres, madres y tutores del alumnado con discapacidad motora, tienen un
importante papel que desempeñar desde el mismo momento en que esta discapacidad
sea diagnosticada. La participación se debe iniciar con su colaboración activa en la
estimulación precoz.
La legislación vigente, les concede el derecho a ser informados en todo momento sobre
el alcance del trastorno y las dificultades
escolares que como consecuencia del
mismo, se pueden presentar en cada
situación.
La respuesta educativa a este alumnado
debe sustentarse en una estrecha
colaboración entre la escuela y el ámbito
familiar. El nacimiento de un hijo con
discapacidad motora, suele ocasionar en
una familia en líneas generales un desajuste emocional importante, que variará en cada
caso en concreto, y por tanto se necesitará una orientación e intervención diferente. El
contexto familiar, es de una gran importancia. En la familia es donde va a comenzar a
formarse el autoconcepto y la autoestima, y son los padres y hermanos, con sus
actitudes, el origen de la imagen que cada uno construye de sí mismo.
Hay que concienciar a las familias para que
vean que es un hecho natural pedir ayuda a
los profesionales y hacer uso de los recursos
asistenciales que les proporciona la
comunidad. Esta ayuda puede darse no sólo
en los primeros momentos de ajuste a la
realidad del hijo con problemas motores. Las
familias van a seguir necesitando ayuda
profesional en distintos momentos a lo largo
del desarrollo del niño o la niña, ya que las
necesidades van cambiando a lo largo del tiempo. Es un objetivo importante tratar de
normalizar al máximo la situación de integración de su hijo o hija en todos los ámbitos
de participación que ofrece el entorno social al que pertenece la familia.

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